Inés Muzzopappa: “Es necesario renovar el tango”

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Inès Muzzopappa

Por Andrés Valenzuela, Buenos Aires.

  “Yo venía con una tradición fuerte muy arraigada, me costó mucho entender que eso se podía bailar”, reconoce la campeona mundial de tango (2007) Inés Muzzopappa. “Eso” se refiere a los tangos de hoy. No sólo a las versiones actuales de los clásicos del género, sino a las nuevas composiciones. Referente indiscutida en el mundo del tango-danza, de caminar elegante en la pista, gran docente y luchadora por sus compañeros como presidenta de la asociación civil Trabajadores del Tango Danza, Muzzopappa es, además, militante del trabajo de los músicos contemporáneos.

Inès Muzzopappa Clase
Inés Muzzopappa Clase (Foto Diego Carvalho)

  Muzzopappa se formó en un ambiente más tradicional: en el circuito del barrio porteño de Villa Urquiza, al norte de la ciudad de Buenos Aires, donde predominan las milongas familiares en clubes de barrio, con espacios amplios para bailar. Su madre, de hecho, organizaba una de esas milongas e Inés frecuentó esas noches desde niña. Los habitués, en su mayoría veteranos del tango, le transmitieron los códigos tradicionales. “Empecé a descubrir un tango joven y nuevo cuando a la clase del Sunderland, donde iba, empiezan a caer chicos más jóvenes, como Bruno Tombari, con quien hasta el día de hoy somos amigos”, recuerda. Las nuevas amistades le trajeron también nuevos sonidos. Fue 20 años atrás y entonces empezaban a sonar con fuerza Lidia Borda, El Arranque, El yotivenco, Las muñecas y La Chicana, entre otras que capturaron sus oídos.

  Pero la transición no fue sencilla, reconoce. “Al principio me gustaba la música, pero era como si te dijera ‘Luis Miguel’, no lo entendía como tango”, explica. “Empecé a entenderlo cuando empecé a cambiar mi baile, cuando entendí que esa música correspondía a una actualización del género en todos los ámbitos y que a mí me faltaba actualizarme para comprender el nuevo lenguaje”.

  Ahora, con largo camino recorrido –y un Mundial en el bolsillo–,Muzzopappa transita con comodidad tanto los tangos tradicionales como los actuales. Pero hace un esfuerzo extra por mostrar con sus compañeros de baile circunstanciales –no tiene pareja fija– al menos una composición o arreglo nuevo en cada exhibición. Además, lo incorpora en clases particulares y en grupos para principiantes “que no tienen tantos preconceptos sobre qué es y qué no es el tango, que les podés mostrar la amplia gama de cosas que suceden hoy”.

  “Creo que es muy necesario renovar el género y también creo que la razón por la cual no bailamos la música nueva es porque es incómodo, nos pone ante un desafío que hay que animarse a atravesar, porque lo que ya conocés no te desafía tanto o no te pide tanta atención porque hay una parte inconsciente, de quienes llevamos unos años bailando, de que ya conocés esa sonoridad y sabés qué va a venir”, reflexiona. “Los tangos actuales me demandan una atención que a mí me resulta desafiante y linda, y que me parece que es buena para el crecimiento de la comunidad de músicos, de bailarines y de miongueres, de todes”.

Inès Muzzopappa
Inés Muzzopappa (Foto Pedro Guridi)

Para Muzzopappa, el tango está en un proceso de transición, similar al que atravesó a comienzos de siglo con el advenimiento del electrotango. “Pienso que el tango actual sugiere otra forma de moverse, pero sa forma no necesariamente es de pasos nuevos, no es en relación a la estructura, sino en el aspecto expresivo de lo que hacemos, es más el cómo hacemos que el qué”, pondera. La música, opina, puede ayudar al proceso de renovar el baile, porque “la música siempre fue un estímulo para quienes bailamos y puede ahora proponernos algo diferente, ser una herramienta para abrir puertas nuevas que antes no teníamos presentes”.

  “No sé si puedo analizar la evolución de las orquestas actuales, pero sí me doy cuenta que músicos y bailarines estamos más amigados, hacemos más equipo, es un cambio que se viene dando hace 10 años yes súper positivo, muy nutritivo para todos”, analizar. “Uno presta más atención y ve más grupos, más variedad, más temas actuales”, señala. Y como cualquiera, ella también tiene sus grupos favoritos. Le gustan especialmente las guitarras, revela, y ahí asoman el Tape Rubín, pero también Heller, Nikitoff y Lacruz, o el cantor Cucuza Castiello con su hijo Mateo. También menciona al Sexteto Fantasma, La Martino Orquesta Típica, la Fernández Fierro “que ya es un clásico”, Astillero, La Chicana, El Arranque, Yesca, Orquesta Típica La Vidú, Juan Vattuone, Bombay Buenos Aires (ex 34 puñaladas). “Las más tradicionales no son mis preferidas, si quiero algo actual, prefiero algo bien diferente”, comenta.

  Aún así, Muzzopappa destaca el valor de las orquestas nuevas con aires más tradicionales. “Siento que quienes empezamos en el palo tradicional estuvimos durante mucho tiempo bastante cerrados a nuevas orquestas, nuevos sonidos, pero una gran contribución fueron las orquestas de corte tradicional, pero actuales. Empezó a haber caras más jóvenes con orquestas tradicionales y ese fue un buen gancho. Ahí con los jóvenes empezaron a aparecer composiciones propias que hicieron una transición más amable a orquestas más modernas”. Una buena guía para seguir en la pista del tango de hoy.

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