Estrategias para DJ`s: Cómo programar tus primeros tangos nuevos (1)

Mucha gente cree que el trabajo del dj empieza cuando comienza a sonar el primer tango de la noche. En realidad, empieza mucho antes. Empieza, por ejemplo, cuando elige su repertorio.

Es cierto que muchos dj’s experimentados pueden llegar, instalar su computadora y decidir en ese mismo momento qué tandas van a sonar. Pero la elección de su repertorio, igualmente, es previa. Se construyó a lo largo de los años y cada dj, desde su estilo y estética particular, tiene un núcleo duro de tandas a las que recurre prácticamente cada noche.

Esto es doblemente cierto para los dj’s que musicalizan con tangos de hoy. El dj de tango contemporáneo, para empezar, cuenta con muchísimas menos referencias que sus colegas más tradicionales. Todos conocemos los cinco o seis temas más populares de D’Arienzo o de Di Sarli. A partir de ahí, elegir entre ellos o cambiarlos “para sorprender” al público, es apenas un gesto que para muchos pasará desapercibido. Musicalizar con tangos nuevos, en cambio, nunca pasa desapercibido.

Por eso hay otro momento en el cual “comienza” la tarea del dj que pasa tangos del siglo XXI. Es cuando el organizador de una milonga lo convoca. En ese momento, organizador y dj pueden convenir y coordinar algunas estrategias para sostener la experiencia.

A efectos de este artículo, vamos a pensar en milongas tradicionales que quieran incorporar tangos nuevos a su oferta artística, ya sea toda la velada o en parte de ella. Las milongas férreamente ancladas en el pasado no dan lugar a lo nuevo y las milongas alternativas, neolongas o como se quiera llamarlo, ya lo incorporaron. Así que la idea de este artículo –y del siguiente– será proponer algunas estrategias para que la experiencia sea exitosa.

Lo primero que hay que saber es que, probablemente, la primera experiencia no sea buena. Incorporar tangos nuevos casi siempre va a encontrar resistencia de una parte del público. Por eso es tan importante el respaldo de quien organiza la milonga al dj que convocan. Ese respaldo se da de varias maneras:

  • una instancia discursiva, en que, al presentar la noche, se cuenta la propuesta y se explican las razones por las cuales se decidió incorporar tangos nuevos a la milonga (sea para toda la noche o para un segmento de media hora, una hora, o alternando clásicos y novedades en un “duelo de dj’s”);
  • una instancia más discreta, que pueden ejercer todos los empleados de la milonga con quienes los milongueros tengan confianza y les acerquen sus dudas
  • una instancia propositiva, en la que, por ejemplo, se anime a bailar esos tangos, e incluso, a equivocarse con ellos. Los tangos nuevos son una excelente herramienta para romper ciertas rigideces del ambiente. En este punto, las milongas donde las mujeres se sienten con libertad para invitar a la pista a quien gusten tienen parte del camino allanado. Si todos pueden invitar a la pista, hay más posibilidades de que haya parejas en el piso de baile.

Para el organizador este proceso no es fácil –el dj también debe entenderlo–. Seguramente quien organiza recibirá varios reclamos y, en ocasiones, verá la pista vacía –cosa que puede desafiar hasta al ánimo más templado–.

Por eso es importante saber que la pista flaqueará durante un par de noches. Pero igual de importante es saber que eso sólo sucederá hasta que las tandas nuevas se incorporen al oído de los habitués. Repetir la experiencia gradualmente y repitiendo tandas con el correr de las semanas hará que lentamente esos nuevos sonidos formen parte del paisaje milonguero habitual y se incorporen al repertorio de los bailarines.

Aquí hay dos caminos posibles. El primero es acudir a orquestas con tangos nuevos, pero sonido más cercano al tradicional (como la Orquesta Típica Misteriosa Buenos Aires, Orquesta El Arranque, o –aunque sean versiones de clásicos– La Romántica Milonguera). Pero, ¡cuidado! Muchos milongueros tradicionales, muy acostumbrados a los arreglos del ’40, se niegan a escuchar otra versión que no sea la que ya se saben de memoria. A algunos, curiosamente, no les gusta el gradualismo y si van a bailar tangos nuevos, prefieren que sean enteramente nuevos. Conocer al público en este caso es fundamental, pero es algo que sólo se descubre con la experiencia.

Andrés Valenzuela

Finalmente, hay un elemento que, a largo plazo, ayuda mucho en el desarrollo de este tipo de iniciativas: que la clase previa a la milonga también incluya tangos nuevos. Si los docentes de danza usan esa música, si los milongueros desarrollan pasos, secuencias o incorporan herramientas con los tangos de hoy, tendrán mucho más naturalizado ese sonido cuando los convoque a la pista.

Y eso que todavía no pusimos “play”.

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